Valiosa pieza robada desde II Guerra Mundial regresa a museo parisino Un fetiche de clavos originario de Gabón fue devuelto por una persona que lo compró de forma legal.
Un fetiche de clavos de Gabón, que había sido robado después de la Segunda Guerra Mundial, ha sido restituido al Museo del Quai Branly de París por la hija de un coleccionista africano que lo había comprado, sin conocer su origen, en una subasta.
El preciado objeto desapareció de forma misteriosa entre los años 1944 y 1955 de los almacenes del Museo del Hombre donde en la actualidad se encuentran el Quai Branly, señala el comunicado difundido hoy por el Ministerio galo de Cultura.
El ministro Frédéric Miterrand destaca en la nota que la recuperación de este fetiche ha sido posible gracias a la colaboración "ejemplar" entre el museo, el personal de la Dirección General de Patrimonio y los distintos actores del mercado del arte.
Annie Salles, hija del coleccionista africano Armand Charles, fue la encargada de devolver al Museo "el objeto mágico" que su padre había comprado de forma legal.
Lo ha hecho una ceremonia oficial en la que el ministro la ha condecorado con la Insignia de las Artes y las Letras para agradecerle su gesto.
El Museo del Quai Branly ya tiene en sus vitrinas esta pieza, una estatua de madera y metal, de unos 80 centímetros de altura, rodeada de clavos y láminas de hierro que se utilizaba antiguamente, según informa hoy el diario Le Parisien, para hacer morir a un hombre a distancia
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