Recordemos una de las más bellas y sentimentales leyendas de nuestro Pazo de Tor . Corría el siglo XVI concretamente el año 1566, fiestas de Navidad, en el castillo orensano de Maceda, sus dueños , los Condes reunían en sus salones a la fidalguía galega. Entre los invitados estaba una bellísima y joven dama; Doña Leonor de Garza y Taboada, de la Casa y Señorío de Tor .
Al calor de las chimeneas solían coincidir, acompañándose mutuamente y conversando entre sí la susodicha Dª Leonor y el hijo de los Maceda; Don Diego de Losada y miranda, un apuesto y decidido joven de aún no cumplidos 20 años.
Era fácil comprende rque de esa frecuentada amistad juvenil, naciese el amor entre ellos y quizás, el primer amor para Leonor y para Diego , nacido con la fuerza de la espiritualidad y de la pasion que va a durar más allá de sus vidas.
Días más tarde , reotrna la bellísima Leonor a su casa Pazo de Tor, y es a partir de entonces cuando el de Macedad, frecuenta aquel lugar y casa para ver a su amada.
Era el mes de Santiago de 1567 , cuando estando de visita en Tor , D. Diego se entera que por indicación y mandato del Rey de España, se stá organizando un ejército para ir a Flandes a luchar contra los insurrectos , y Diego se une a los tercios españoles que bajo el mandato del Duque de Alba van a defender aquellas tierras pertenecientes a España.
La despedida de los enamorados , Leonor y Diego es triste y apasionada , en el patio interior del Pazo de Tor .
Diego coloca entre las piedras de la pared que mira hacia Lemos , una pequeña espada o puñal , por el muy querido , con la promesa de que al terminar la campaña de Flandes volverá por su arma y a casarse con su amada.
El 10 de agosto de 1567 embarca el Duque de Alba con sus tercios (entre los que Diego va de capitán) en Cartagena con rumbo a Nápoles, y de allí , por tierra a Suiza y Borgoña para luchar en Flandes y vencer la insurrección contra España.
Leonor todas las tardes , asomada a su solana de piedra contempla la pared y en ella la espada, que como prenda dejó allí Diego.
Periódicamente llegan mensajeros con noticias del joven capitán de Flandes, que traen detalles de batallas y largas misivas de amor eterno.
Un año más tarde, un mensajero trae carta donde el Duque de Alba comunica que el Capitán de sus Tercios; D. Diego de Losada y Miranda, murió luchando como un héroel
Leonor de Garza y Taboada , hizo de aquella espada su ídolo amado como si él viviese, y la espada aún sigue aquí en el Pazo después de siglos.
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