Más que un guía, un nuevo especialista. El guía y la escuela. Por Esteban Maciques Sánchez. Cuando hablamos del guía de una exposición, nos estamos refiriendo a una persona que se está formando en una nueva profesión, a caballo entre el magisterio, la animación cultural y la psicología. Su campo de estudio no sólo es la exposición, sino las necesarias relaciones que se establecen entre ella, el público y su propia actuación. Es por eso que los resultados de la labor del guía inciden, no sólo en el visitante, sino sobre sí mismo y, claro está, sobre la exposición. Para el guía la exposición no sólo es un "objeto de estudio", sobre el cual se va a transmitir un contenido, sino el pretexto para crear hábitos, consolidar o formar habilidades relacionadas con el conocimiento. El guía tiene que hacer ver mecanismos de aprendizaje (sin didactismos) y, al mismo, aprovechar todo los procesos de descubrimiento que ponga en práctica para su propio beneficio. Lo expuesto está en consonan