.La escuela unitaria rural
En Francia siguen existiendo escuelas en las que se reúnen niños y niñas de todas las edades en una clase única en la que el profesor intenta adaptar la materia a los diferentes tipos de necesidades. En ella los más pequeños comparten con los mayores sus experiencias y sus aprendizajes. Ésta es la realidad que nos muestra la película Être et avoir (Ser y tener), un documental de la mano de Nicolas Philibert. El film se rodó en un pequeño pueblo de la región de Auvergne, en el norte de Francia.
(Las reflexiones que siguen, que me han recordado las de otros maestros y maestras conocidos por mí, las he resumido de las de la maestra Pilar Monteagudo, en referencia a una ponencia de Andresa Biesa Garde, maestra en Lucena de Jalón, una de las localidades del Colegio Rural Agrupado de Lumpiaque).
La literatura profesional sobre esta realidad no es muy abundante, sin embargo en este tipo de escuelas se realizan prácticas innovadoras y otros tipos de escuela pueden tomar nota sobre todo en lo referente a la respuesta a la diversidad que se da en la escuela unitaria.
Las escuelas unitarias destacan por su diversidad y la implicación en la vida de la comunidad. La convivencia está marcada por el escaso número de alumnos y gracias a este hecho el conocimiento que tiene de ellos y de sus familias es muy profundo; esto facilita su trabajo en el aula. Otra consecuencia de esta realidad es que su escuela es integradora; aquí todos los niños y niñas son aceptados y necesarios para realizar aprendizajes.
Dentro de la organización del aula, el agrupamiento del alumnado es flexible, primero por necesidad y segundo por las ventajas que aporta en cuanto a metodologías innovadoras. Los agrupamientos se hacen por «niveles abiertos», en función del tipo de actividad o del aprendizaje a adquirir. Así, un alumno puede incorporarse durante un periodo de tiempo en un contenido bien a un nivel inferior o superior al de su edad sin que se produzca una ruptura de la organización interna de la clase. Esto facilita que cada alumno mantenga su propio ritmo de trabajo y aprendizaje.
Es muy importante cómo programar, ordenar y secuenciar los contenidos. Para tener una visión global se pueden utilizar los «mapas de contenidos», con el fin de identificar cómo se repiten en los diferentes niveles y a qué profundidad. Después, selecciona, prioriza y simultanea. Cuando trabaja un contenido hace rentable su intervención en los diferentes niveles y, para llegar a todo el alumnado, se adapta a sus características personales.
Otra nota de identidad es cómo se aprovecha el contexto social y natural; utilizado como eje motivador de nuevos aprendizajes y también para facilitar que sean asequibles a todos. Cualquier excusa sirve para propiciar la curiosidad y el interés de los alumnos y alumnas.
La interacción y el aprendizaje cooperativo son otras de las estrategias que se utilizan para atender a la diversidad. La interacción facilita el intercambio de ideas y las relaciones afectivo-sociales. En este tipo de aulas se aprecia especialmente la sensibilidad, la estética, el arte y la creatividad.
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